Como una gélida mirada de mariposas
en un cielo de celuloide
ella sacude su último adiós
y me pide que deje atrás nuestra diapositiva.
en un cielo de celuloide
ella sacude su último adiós
y me pide que deje atrás nuestra diapositiva.
Recaigo en la conciencia de que soy idiota, de que cualquier cosa basta para alegrarme de la cuadriculada vida.
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